(Cartel de Scotland loves animation 2014)
Cada año en Edimburgo y Glasgow se celebra el Scotland loves animation, que ya cuenta con su quinta edición y que pretende reunir a todos los amantes de la animación japonesa. Las actividades que propone cada año son desde proyecciones de anime, algunos un poco más viejos y otros mucho más recientes, hasta charlas relacionadas con este mundo.
El evento de este año se centraba en un estudio en particular, Studio Bones, casa de animes muy populares como Soul Eater, Fullmetal Alchemist, Cowboy Bebop, Ouran Host Club o RahXephon, con proyecciones como Sword of the Stranger, un documental sobre este estudio y una charla de la mano de Masahiko Minami, presidente de Studio Bones y uno de los fundadores. Por otro lado, se proyectaron películas de diversos géneros: Bayonetta, Giovanni’s island, K Missing Kings, Dragon Ball Z: battle of the gods. La organización de este evento anual estaba muy bien montada, con todas las proyecciones realizadas en el Filmhouse, un cine dedicado a las películas alternativas y de autor.
Tenía mucha curiosidad por saber cómo eran aquí los eventos del mundo del manganime, el interés que despertaban y cómo era la gente que asistía. Todo comenzaba el lunes 13 de octubre, así que fui a ver la primera proyección, Sword of the stranger (la cual recomiendo a aquellos que no la hayan visto o a los que les guste todo lo relacionado con los samuráis), y para mi sorpresa allí no había solo gente joven sino también algún señor aficionado al cine. Luego estaban los indiscutibles fans del anime, que no podían evitar leer algún tomo mientras esperábamos a que empezase la película. Mi gran duda era si habría tanto aficionado o curioso para llenar la sala, la cual no era pequeña precisamente, pero cuando estaba a punto de empezar la proyección estaba casi al completo. Al parecer, los otros días fue igual o incluso más con la película de Dragon Ball, que era la que más esperaba la gente.
Por mi parte, yo estaba deseando asistir a la charla de Masahiko Minami que nos iba a hablar sobre el mundo de la animación japonesa desde el punto de vista de producción. En este caso, el público era un poco más especializado puesto que la mayoría eran estudiantes de animación. La charla comenzó con un vídeo de introducción sobre las obras que realiza el estudio para que los que no lo conociesen tuviesen una idea más detallada. En la tarima de la sala estaban Masahiko, su traductora y uno de los organizadores del evento que le hacía preguntas, en mi opinión un poco confusas y en las que él mismo se perdía. Minami-san comenzó explicando que muy poca gente sabe realmente qué hace un productor o un estudio exactamente. No es solo cuestión de conseguir el dinero sino de estudiar todas las propuestas y su distribución. Sobre esto último, Minami-san dijo que lo que principalmente interesa a un estudio es su distribución en Japón, cosa que intentaron cambiar con Space Dandy, anime que fue lanzado en Estados Unidos un día antes que en Japón, pretendiendo así atraer a otro público.
(Masahiko Minami, presidente Studio Bones)
Otro tema que se trató en la charla fue la figura del dibujante de animación, cómo alguien puede formar parte de un estudio o la formación que necesitan. Minami-san nos habló sobre la universidad de Tokio, el lugar más prestigioso para estudiar animación. También destacó que esto no aseguraba el acceso a un estudio determinado, sino el estilo y calidad de cada dibujante y si tiene que ver con las ideas de ese estudio. Además del dibujo, dijo que todo tiene que expresar algo, qué hay detrás de cada personaje. Hay que ver la animación como una forma de expresarse a sí mismo. Otra pregunta muy interesante que se le hizo fue cómo decide un estudio mantener un anime una temporada más, a lo que respondió que principalmente depende de la distribución y la venta, pero que aunque una serie sea muy popular si la historia está cerrada no se alarga más. Lo que sí se pueden hacer son películas que no sigan la trama principal.
En relación a los géneros comentó que el público japonés suele preferir la fantasía y los animes de época, centrados en los hombres como protagonistas. Por otro lado, destacó que en Japón, a diferencia de occidente, los animes para niños suelen ser más complicados de entender, con más profundad para que no solo gusten a los más pequeños. Durante el turno de preguntas de los asistentes hubo un momento divertido cuando un chico le preguntó por qué no habían continuado una serie que a él le gustaba mucho a lo que Minami le preguntó: «¿De verdad viste esa serie? Muchas gracias.´´
En cuanto al merchandising, dijo que la idea de sacar más o menos cosas no es algo relevante. Antes se hacía mucho merchandising de animes, después hubo una época en la que se dieron cuenta de que solo con el anime ganaban bastante. Ahora se vuelve a hacer productos pero lo que más está vendiendo en Japón son los juegos para móviles basados en animes.
Por último, Masahiko Minami concluyó su ponencia con la idea de la inspiración, la libertad que tiene el mundo de la animación para que uno exprese todo lo que quiere. Todo el mundo lo despidió con fuertes aplausos y dirigiéndose a la mesa en la que estaba firmando postales de Space Dandy, para darla a conocer más. Una servidora ya se la ha apuntado en su lista de pendientes porque la verdad parece entretenida.
Espero que en el próximo evento traigan a alguien así (por mi parte podría descansar en paz si ese alguien fuese Hayao Miyazaki) del mundillo que pueda aportar cosas nuevas y saber más cómo funciona todo desde dentro.
Maitreya